Lo que hace único al chef Eneko Atxa es su preocupación por las cuestiones relacionadas con el medio ambiente, la sostenibilidad y el impacto social.

El restaurante Azurmendi, que abrió sus puertas en 2005, premiado en dos ocasiones como el restaurante más sostenible del mundo, tiene tres estrellas Michelin y ocupa el puesto 14 en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo. El espacio es capaz de generar su propia energía mediante paneles fotovoltaicos y energía geotérmica o utilizando el agua de lluvia para los huertos propios.

El exterior es de cristal para aprovechar al máximo la luz natural. En el tejado del edificio hay un jardín con flores comestibles, que se utilizan en algunos platos.

Su preocupación por la comunidad local es visible a través de la creación de una planta de compostaje para la ciudad. Una iniciativa que apoya la economía local; ayudando al hospital regional a ofrecer comidas más sabrosas a sus pacientes, gracias al rediseño de las bandejas, que se han vuelto más coloridas y bien presentadas; y mediante la colaboración con proyectos de jóvenes estudiantes.